Jun 10, 2016 at 03:12

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El director de la patronal valenciana de los supermercados está preocupado por la premura del proyecto del Consell, exige un estudio independiente

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Los supermercados son una pieza clave en el plan del Consell para impulsar el sistema de retorno de envases. ¿Cuál es la posición de organización?

Estamos a la espera de recibir más información para evaluar el impacto real. A priori nos surgen muchas dudas sobre los costes, la operativa del sistema, el tiempo del que disponemos y sobre el impacto real en la tasa de recogida de residuos. Hay que recordar que el SDDR funcionará en paralelo al actual y sólo se centra en una pequeña parte de los envases, apenas un 10% del total.

¿Han cuantificado ya el impacto económico que supondría la medida?
La Universidad de Alicante cifra, en un estudio, el coste anual en 50 millones, de los que 32 corresponden al comercio por la adquisición de máquinas automática, la recogida manual. Es la única información de la que disponemos. Se han de gestionar muchos envases para amortizar esta inversión. Pero no nos preocupa tanto el coste, como la dificultad para implantar el sistema y la premura con la que se plantea. Falta análisis y consenso plara imponer el nuevo sistema.
Medio Ambiente pretende que entre en funcionamiento en 2018. ¿Considera suficiente este margen de tiempo?
Es escasísimo. Se nos ha dicho que quieren tener el anteproyecto de ley antes del verano y el proyecto de ley a final de año, otorgando un año de moratoria. Otras autonomías, como Cataluña, lleva años estudiando, analizando y debatiendo sobre este sistema de recogida, y aquí parece que en menos de un mes se ha tomado ya una decisión. No queremos, por las prisas, incurrir en fallos que nos obliguen a rectificar luego.
Insiste en que falta información fiable. ¿Medio Ambiente se ha comprometido a facilitarla
Desde Vaersa se nos dijo que se hará un estudio junto a Medio Ambiente. Pero creemos que antes de tomar ninguna decisión se debía haber montado un grupo de trabajo para realizar un análisis independiente. Necesitamos visualizar una política global de gestión de residuos, no podemos sacar medidas aisladas a partir de decisiones puntuales. Creemos que debe formar parte de una estrategia global, que se debe de consensuar, debatir y aplicar. Los supermercados creemos en el medio ambiente y estamos acostumbrados a implantar todo tipo de normas. No nos negamos, al contrario. Queremos aportar y formar parte de un proyecto común para cumpir los objetivos de Europa en la gestión de residuos pero tiene que darse un debate más amplio, que forme parte de una estrategia global y mida muy bien el impacto, el coste social, el beneficio medioambiental y, sobre todo, los tiempos de implantación.
Pero en Alemania la distribución sí ha aceptado al sistema
La concentración de la distribución alimentaria es mucho mayor que en España. No existe una implantación urbana y de proximidad tan profunda. Aquí la estructura comercial es muy atomizada, con un volumen importanto de supermercados de tamaño pequeño y medio. Por ello, el sistema plantea a priori problemas de espacio en las tiendas, que pueden verse obligadas a reducir lineales. Aunque se instalen máquinas, que rondan los 20.000 euros cada una, siempre se necesitará personal que eduque, aclare dudas, supervise y vacíe las máquinas. Los problemas para los comercios que apuesten por la recogida manual no son menos. La mayoría del comercio no se puede permitir contratar a más empleados.
Cebrián prevé compensar a los establecimientos con dos céntimos por envase gestionado. ¿No es suficiente?
Los números no los vemos por ningún lado, pero es que nuestro negocio no es éste. No vamos a rechazar la iniciativa porque no sea rentable. Si la rechazamos es porque creemos que el sistema de recogida tiene margen de mejora. Consideramos que hay otras acciones que pueden ejecutarse antes que implantar el SDDR. En cualquier caso, para eso pedimos un informe independiente. Para que determine el margen de mejora, ya que las cifras que nos trasladan Medio Ambiente y Ecoembes son contradictorias.
¿Plantean oponerse formalmente si el proyecto de la Conselleria toma forma?
No lo descartamos porque, por las conversaciones que hemos mantenido con otras organizaciones, el resto del comercio tampoco lo tiene claro. Nosotros apostamos por iniciar un proceso participativo amplio, sin prisas y basado en una evaluación global del impacto. Y si se tiene tanta premura, creemos que la participación ha de ser voluntaria.

Publicada en EL MUNDO Comunidad Valencian el 9/6/16