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Entrevista a Ignacio garcía Magarzo en Campo Galego Hablamos con Ignacio García Magarzo, director general de ASEDAS (Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados, sobre los problemas del sector lácteo y sobre el papel que le corresponde en su solución a las cadenas de supermercados
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En la reunión del conjunto del sector lácteo celebrada esta semana en Madrid, el Ministerio de Agricultura solicitó una serie de compromisos a medio plazo por parte de industrias y cadenas de distribución que contribuyan a mejorar el precio en origen de la leche. A la distribución se le pidió, principalmente, que valorice la leche en el supermercado, evitando ofertas a bajos precios, y que llegue a acuerdos estables con la industria que permitan mantener una remuneración adecuada en el campo.
Hablamos con Ignacio García Magarzo, director general de ASEDAS (Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados), para conocer su opinión sobre los problemas del sector lácteo y sobre el papel que le corresponde en su solución a las cadenas de supermercados. ASEDAS agrupa a la mayor parte de supermercados de proximidad de España y cuenta entre sus asociados con grupos como Mercadona, Dia, Covirán o las firmas gallegas Froiz y Gadis.
– En la reunión de esta semana, Agricultura les ha pedido una serie de compromisos. ¿Qué piensan de la propuesta?
– Como valoración general, se han puesto sobre la mesa una docena de medidas que tienen como objetivo de fondo asegurar el éxito de la contratación láctea entre ganaderos e industrias. La propuesta trata de profundizar en esa línea y nosotros estamos dispuestos a apoyarla. Estamos convencidos de que la solución al problema de la leche tiene que pasar por la estabilidad, la previsibilidad y la seriedad en la relación entre las partes.
“Las medidas que se estudian son a medio plazo, pero hay una situación urgente en el campo. Estamos ante un problema de tiempo”
Ahora bien, las medidas que se han puesto encima de la mesa nos implican al conjunto de agentes en soluciones a medio plazo, pero hay una situación urgente de miles de ganaderos que están cobrando bajos precios por su leche, sobre todo en comunidades como Galicia o Cantabria, que necesita acciones inmediatas. Estamos ante un problema de tiempo.
– ¿Cree posible una solución al problema urgente de los ganaderos?
– Por nosotros no quedará. Somos plenamente conscientes de la gravedad del problema y estamos dispuestos a ayudar. Nos lo tomamos muy en serio. Si es suficiente o no, dependerá de cómo actuemos de rápido. De las 12 medidas que puso sobre la mesa el Ministerio, a nosotros nos atañen 3. Por nosotros no quedará.
“Son posibles contratos a un año entre distribución e industria. Queda por resolver la variación del precio durante el contrato”
– El sector considera que uno de los desajustes de la cadena láctea son los escasos márgenes de beneficio que le deja la distribución a las industrias. ¿Cree que en España es posible un compromiso de precios mínimos de compra de la distribución a sus suministradores, como el anunciado por cadenas de Gran Bretaña?
– Es muy distinta la situación en España y en Gran Bretaña. En Gran Bretaña, la mayoría de la leche que se comercializa es leche fresca del día. Son las cadenas de distribución las que la compran de forma directa a cooperativas. En España se comercializa leche de larga vida (UHT) y hay un sector industrial que le compra la leche al ganadero y lo comercializa a la distribución. Las medidas que se adoptaron en España en el pasado en torno a la contratación láctea tratan de asegurar que las industrias le compran la leche a los ganaderos con un plazo de estabilidad suficiente y que le remuneran a un precio que cubre sus costes. La distribución compra ese producto sometido a esa relación de más estabilidad.
– Entonces, ¿a qué tipo de compromisos están dispuestos a llegar con la industria?
– A la distribución se nos pide que cambiemos el sistema de compra. El planteamiento es que si se cambian los plazos en los contratos a los ganaderos, eso debe afectar a los plazos y contratos entre industria y distribución. Estamos dispuestos a verlo, a trabajar en ello y a que la relación distribución – industria sea coherente con la relación ganadero – industria, pero también es cierto que por la normativa de Competencia, no puede haber un acuerdo único y cerrado. Cada empresa tendrá libertad para decidir qué tipo de contratos considera más convenientes.
“La distribución trata de conseguir los mejores precios, obviamente, pero es la industria la que oferta la leche a precios bajos”
– ¿Cree que son posibles contratos a un año entre industria y distribución, tal y como pide la parte industrial?
– Son posibles. Hay una tendencia en la distribución a asegurarse los suministros con contratos a medio plazo. El problema es la fijación del precio, ver si durante la duración del contrato hay modificaciones de precios. Es un tema técnico a trabajar con la industria. El mercado de la leche se caracteriza por su volatilidad y hay que estudiar cómo se refleja eso en el contrato. La forma de hacerlo para que los productores no tengan problemas es lo que hay que trabajar con la industria.
¿Qué sucede? Que hasta ahora el mercado de la leche se caracterizó por sus dientes de sierra y eso no es bueno para la distribución. La distribución no gana con la oscilación de precios. Es un negocio basado en la rotación del producto, no en los márgenes comerciales. No nos beneficiamos de que baje el precio de la leche. Lo ideal es un precio estable.
“Hay que poner el foco sobre la relación ganadero – industria y garantizar un trato justo y coherente con las normas”
– La industria se queja de que en España tiene dificultades para trasladar las subidas del precio en origen a la distribución. Si en Alemania, Holanda o Dinamarca sube el precio en origen de la leche un 20%, en el supermercado sube un 7%. Si esa subida del 20% al ganadero se da en España, en la distribución sube entre un 0,7 y un 1%, según datos de las industrias.
– No es del todo cierto. Ha habido momentos, como a finales de 2007, en que las subidas en origen tuvieron un traslado al público. La cuestión de fondo es un problema de estructura de comercialización. Mientras no haya una estabilidad entre ganadero e industria, eso provoca volatilidad. De otro lado, la realidad es que hay leche que oferta la industria a la distribución a precios muy bajos.
– ¿La leche la oferta la industria a la distribución a precios bajos o la distribución impone sus condiciones en la negociación de precios, como hace ver la parte transformadora?
– Obviamente, la distribución trata de conseguir los mejores precios de compra, pero que una industria diga ‘presento ofertas de bajos precios, pero no debería hacerlo’ es difícil de explicar. Nadie le obliga a presentar esas ofertas. También nosotros podríamos decir que la industria nos usa de excusa para bajarle el precio de la leche al ganadero.
“Ahora mismo no hay ninguna situación anormal de precios en la distribución que perjudique al ganadero”
– Decía antes que la distribución no gana con los precios bajos de la leche, pero lo cierto es que periódicamente realiza ofertas a bajos precios, a 50 céntimos o menos, usando la leche como producto reclamo. ¿Cree posible corregir estas prácticas?
– Ahora mismo, insisto, ahora mismo no hay ninguna situación anormal de precios en la distribución que haga pensar que el precio de venta en el lineal contribuye a perjudicar la situación de los ganaderos. Por los precios medios que manejamos, no hay ese problema. Ahora bien, los precios bajos en el lineal se corresponden normalmente con precios bajos ofrecidos por la industria a la distribución. Si esos precios de oferta se consiguieron con un trato justo al ganadero, no debería haber problema. Si no, es que no se cumplen las normas. No hay que poner el foco sobre las ofertas en el supermercado sino sobre la relación que hay detrás, que no existan relaciones ganadero – industria no coherentes con las normas. Por otro lado, si en algún momento alguna cadena de distribución vendiese a pérdidas, que es una práctica prohibida, se le denuncia y se le sanciona.
Nota: ASEDAS ha sido la única asociación de la distribución que ha querido por el momento valorar la situación del sector lácteo. ANGED, asociación de la gran distribución que agrupa, entre otros grupos, a Alcampo, Carrefour, Eroski y El Corte Inglés, ha declinado dar su opinión sobre los compromisos solicitados por el Gobierno; y no ha sido posible por el momento obtener una respuesta de ACES (Lidl, Carrefour Expres, Supercor, etc.).